La musicoterapia hace uso de sonidos, trozos musicales y estructuras rítmicas para conseguir diferentes resultados terapéuticos directos e indirectos a nivel psicológico, psicomotriz, orgánico y energético. Se ha comprobado como la música es capaz de afectar la actividad cerebral y por tanto afectar a los patrones cognitivos, y a las funciones vegetativas (frecuencia cardiaca, ritmo respiratorio, etc). También parece ejercer una cierta influencia en la capacidad de aprender y en la estimulación psicomotriz.
Todo lo que es música, para un niño, siempre es positivo. Pero debemos tener en cuenta que ésta debe ser siempre adaptada a sus oídos, a su capacidad de escucha; a su edad. A un niño, la musicoterapia le puede ir muy bien para mejorar el aprendizaje, la coordinación, controlar la ansiedad y mejorar el estado de ánimo, entre otros. Pero, sobre todo para ayudarle a organizarse a nivel interno. La influencia de la música es mucho mayor de lo que creemos.
Cuanto antes se exponga la música al niño más beneficios le aportará, sea como terapia o sea como uso lúdico. De hecho, el uso de canciones para enseñar habilidades académicas, sociales y motoras a niños pequeños se ha convertido en una práctica común para algunos profesores y educadores de música y, por supuesto, para muchos musicoterapeutas de los Estados Unidos.
Logrando una estimulación musical en la que participen activamente se promueve el desarrollo físico, mental, intelectual, sensorial y afectivo de los niños. Esto repercutirá favorablemente sobre otros de los objetivos educativos a los que se aspiran tales como la atención, la concentración, colaborando en el desarrollo de la imaginación y la creatividad así como en la desinhibición.
Con este tipo de actividades se busca desarrollar también la coordinación motriz, el movimiento, la marcha, lograr cierta discriminación auditiva; y que adquieran destrezas y medios que le mejoren la expresión oral, perfeccionando la articulación, vocalización, el control de la voz, incluso se logra mejorar la respiración y el funcionamiento de los órganos que intervienen en ella. Se refuerza la autoestima y la personalidad mediante la realización personal, y se acentúan pautas de conducta que facilitan su integración social y liberan la energía reprimida.
Si te interesaste por la musicoterapia, aquí dejo algunos enlaces que pueden ser de utilidad, en los cuales obtendrás contacto con diversas instituciones que imparten cursos y talleres sobre músicoterapia:
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Dejo además, una selección de obras musicales que consideré agradables y pueden contribuir a brindarte un momento grato:
Beethoven: Para Elisa, Claro de luna.
Tristeza: Chopin
Mozart: Concierto n°3 para violín
Finalmente, el enlace a un libro del profesor Rolando Benenzon, sobre la Teoría de la Músicoterapia .
Espero que
toda la información expuesta haya sido de gran utilidad para ustedes. Que
tengan una hermosa noche y cada estrella se convierta en una dulce melodía que
navegue lentamente por sus corazones.
Un abrazo!